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Entrevista a Adán Ramirez Serret


Chingones, estrenamos nuestra primera entrevista de muchas y lo hicimos con el chingón de Adán Ramirez Serret divulgador y crítico literario nacido en Oaxaca que ha trabajado en casi todo lo que tiene que ver con libros, desde mensajero, librero, bibliotecario, hasta editor. Estudió Letras Hispánicas en UAMI y desde hace siete años, está a cargo de la sección de los libros en el programa Atando Cabos, con Denise Maerker; ha colaborado divulgando la literatura en programas de radio y televisión escribe una columna semanal en El Sur de Guerrero en la sección de Opinión con reseñas de literatura. También ha traducido del inglés Drácula de Bram Stocker y Los seis días del Cóndo de James Grady para el FCE.




¿Qué significa ser chingón o hacer cosas chingonas?


ARS: Es una palabra que me gusta mucho. Creo que todos los mexicanos tenemos esta palabra que nos sirve para muchísimas cosas y hacer cosas chingonas yo creo que significa tener la posibilidad de dar el máximo, de hacer lo mejor que puedas y además tenga un resultado estético, deslumbrante y satisfactorio. Creo que por eso utilizamos mucho chingón, cuando te satisface emocionalmente, físicamente e intelectualmente. Creo que esas son las cosas chingonas, las que logran todas esas partes que nos construyen y además sentimos una especie de nacionalismo al decir “Esto nos pertenece en muchos sentidos”.

Algo muy chingón en lo que podría pensar es tener el privilegio de nacer en el mismo lugar que Sor Juana Inés de la Cruz o de Octavio Paz, Alfonso Reyes o Elena Garro. ¡Qué privilegio, qué chingón! tener una literatura tan cerca de gente tan talentosa, tan chingona, que además está aquí, cerquita, y que es una de las grandes herencias que tenemos no sólo como seres humanos, sino como mexicanos y eso en específico me parece muy chingón.


¿Qué te inspira en el día a día para seguir adelante continuamente? ¿Cómo te inspiras?


ARS: Creo que de una forma muy contundente, México está habitado por gente que tiene muchas ganas de vivir y hacer las cosas. Yo soy de la ciudad de Oaxaca pero estoy en la ciudad de México desde hace 15 años y una de las cosas que más me gustan es el barrio en donde vivo. La oportunidad que tienes de ir por un café y platicar con alguien, eso me genera impacto.


El privilegio en el presente de estar con tantas personas de las que aprendo tanto, el mundo cultural y periodístico en México te levanta muchísimo el ánimo y son gente de las que quieres aprender y estar cerca, con una gran inteligencia y una gran sinceridad para hacer las cosas. Las cosas que más me gustan y a veces me encuentro en la literatura mexicana, por ejemplo, es una extrema violencia pero de las cosas espectaculares que encuentro en México es que tú puedes ir a Zacatecas, Michoacán, Acapulco o Ciudad Juárez y encuentras a gente que todavía no está devastada, es decir, no encuentras una sociedad destruída por la violencia por más que nos haya atacado.


Recuerdo una vez que me tocó ser intérprete de una escritora israelí que se llama Zeruya Shaleb, estuve con ella en Guadalajara y recuerdo que íbamos caminando y me dijo:


“Tengo que decirte algo muy importante, Israel es un lugar donde hay mucha menos violencia que en México, sin embargo vivimos en una guerra, pero la gente misma está en guerra. Yo cuando leí las noticias y me invitaron a México tenía muchísimo miedo de venir, pero me sorprende tanto que la gente sea tan cálida”.

Creo que ese tipo de cosas que pueden sonar cursis o huecas, son lo que en verdad te cambia la vida, lo que te hace ser optimista y querer levantarte cada mañana. Que las personas con las que convives, tu jefa en el trabajo, tus amigos o compañeros, la gente que está aquí afuera en el barrio, es tan cálida que tienes un acercamiento humano y eso siempre es reconfortante y te da ganas de vivir, además de un clima maravilloso y de una comida espectacular.



¿Para ti qué pasos son fundamentales para ser chingón en lo que haces?


ARS: El primero es que te guste mucho a lo que te dedicas pero que también creas en un método. Lo más importante es que estés convencido de lo que haces, más allá de si sirve o no para algo, si eres o no bueno y si vas a poder vivir de eso.

Ser chingón es poder decir “Pues no se puede vivir de eso pero yo lo hago. No se debería poder vivir de eso pero yo lo hago”.

Quizá ser chingón es algo muy humano e ir en contra de tu naturaleza para ser feliz y hacer las cosas que quieres, que en verdad deseas, creo que eso es ser chingón. Digamos, es un tanto romántico-rebelde mi percepción de la “chingonería” porque es transformar el mundo o meterte, adaptarte a él, haciendo las cosas que tú en verdad quieres.

Decir me gusta tener un restaurante, es mi top en la vida y quiero vivir de esto, aunque sé que hay miles de restaurantes ahorita y no se va a poder vivir de eso, de alguna forma el luchar absolutamente por lo que quieres hacer y hacerlo bien, vivir feliz y hacerte espacio para tener algunos placeres en la vida creo que es lo chingón.



¿Qué valores tienes o admiras en las personas?


ARS: Yo creo que una de las cosas que más me gustan es la congruencia. Ser congruente con quien eres, veces ser congruente quiere decir cambiar,. También creo que es importante la generosidad, que es una de las cosas más hermosas que existen y se lo voy a robar a Emmanuel Carrère, de quien siempre termino hablando, dice:

No se me ocurre un acto de libertad más profundo que ser generoso, porque solo si eres libre puedes ser generoso, si no eres libre no lo puedes ser.

Entonces, creo en eso en la congruencia, la libertad, la generosidad, la amistad, la gente muy amable, personas que siempre están de buen humor… aunque te voy a decir que respeto mucho a la gente que siempre está malhumorada, me hace reír mucho, me cae muy bien.



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